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Nocturnidad y Alevosía

Inteligencia artificial

Últimamente tengo una ajetreada vida social. Además de porque soy majete, porque me apunto a un bombardeo. Debe ser que trato de engañar a la crisis de la edad haciendo cosas sin parar para no pensar mucho en ello. 

El otro día leí un artículo sobre si era ético o no el que Google pusiera sus anuncios junto al email en función del contenido de éste. La cuestión ética queda apartada en cuanto es un programa quien “lee” tu email y selecciona los enlaces más relacionados. Aunque por eso mismo resulta muy curioso los enlaces que a veces se leen, porque no tienen nada que ver con el tema de discusión. En fin, la inteligencia artificial sigue avanzando poco a poco... 

En uno de los saraos a los que me apunto últimamente conocí a un grupo de señoritas. Bastante simpáticas. Uno tiene ya una edad en la que ir de buitre es un poco cansado. Es mucho más efectivo hacerse el guapo (que no tiene nada que ver con la belleza) y dejarse querer. Así pasamos aquel día un amigo y yo, dejándonos querer por las simpáticas señoritas. Al acabar el día nos habían invitado a otro sarao. Invitación que declinamos pues ya teníamos otro compromiso. Menudos somos nosotros. Así que ahí quedó un “nos vemos”, “nos vemos”. Ni el teléfono les pedimos.  

Lo de pedir el teléfono, llamar y tal, es un poco aburrido. Por sencillo. Es mucho mejor la ingeniería social. Ejemplo sencillo: convences a una amiga para que pida el teléfono a la persona que deseas. Rápidamente se ve que esto se puede complicar tanto como se quiera tan sólo incrementando el número de eslabones en la cadena. Personalmente prefiero las redes, que son mucho más complejas... Conseguir que un amigo te de el email de una amiga de la que te interesa para que esta amiga te invite a un nuevo sarao. Una vez allí convencer a otra amiga para que le saque el teléfono de quien estás interesado... Es complicado, pero muy divertido. A algunos les puede parecer inteligente, a otros artificial...  

Por supuesto llamé, pero en ese momento no podía hablar ya que entraba al cine. Me mandó su email por sms. En el mensaje que le envié le propuse, después de hablar de cine,  tomar unas cañas para que me contara su experiencia en un viaje que acababa de hacer y que yo emprendería en pocos meses. Finalmente invitaba a ella y sus amigas a otro sarao. Todo muy correcto, escrito en un estilo que valía tanto para un amigo como para una amiga. Ninguna doble intención se veía a primera vista, tenía que seguir haciéndome el interesante, ya sacaría los dientes el lobo estando de cañas.

Repasando los mensajes enviados lo abro. Después de leer el cuerpo del mensaje, me detengo en los cuatro anuncios de Google al margen. ¡Tres son de páginas de contacto y uno de cuidado de la imagen! Madre mía, si quería esconder mis intenciones esta máquina del demonio había desnudado mi email leyendo entre líneas. ¿Realmente ha sido un software con inteligencia artificial o tienen a alguien leyendo entre líneas cada mensaje enviado? ¿La unión de palabras cine, cañas, viaje y fiesta induce unívocamente a pensar que se anda buscando pareja? Uno, de momento, se asusta.

1 comentario

AGL -

Por un lado podria suceder que un software desprovisto de toda subjetividad realmente desnudara tu mail y descubriera tus intenciones, mucho mas claras de lo que imaginas, pero no asi a tus ojos humanos que tratan de ver mas alla y se pierden los detalles mas inocentes que siempre estan a simple vista. Por otro lado pudiera ser que el programa rastreador de correos esté ya tan acostumbrado a este tipo de "amenazas encubiertas" que las tenga como meras plantillas. Al fin y al cabo los programadores son personas y, como tales, tienen experiencia en estas artes. En caso de ser cierta la primera explicacion todos deseamos que la receptora delmensaje no posea una mente tan simple e inocente que funcione como la artificial y haya captado en un parpadeo tus abyectas intenciones. Como me temo que es asi, seguro que te gusta mas la segunda version.