Blogia
Nocturnidad y Alevosía

Parejas

Entre el polvo dipsómano en un retrete anegado de micciones y un noviazgo que concluye en himeneo tras una pedida de mano al padre de la núbil pareja, hay un arco iris de relaciones posibles entre un hombre y una mujer. Esto que parece obvio, a veces no lo es tanto. O según para quien es inconcebible.

Se establecen en mi opinión tantos tipos de relaciones como posibles parejas, función que va como el cuadrado del número de personas implicadas, sin tener en cuenta la dimensión temporal. Si consideramos la evolución con el tiempo de las relaciones se nos dispara el esfuerzo de cálculo requerido. Así que me parece excesivo clasificar toda esta variedad usando sólo el blanco y el negro. Al ser humano le gusta clasificar y simplificar, lo cual es muy útil para comprender la realidad en la que estamos inmersos, pero sin pasarse, pues se corre el riesgo de perder el sentido veraz de las cosas. Abstraer para llegar a la esencia de las cosas, pero sin perder características fundamentales en el camino, pues se desvirtúa el desenlace, me parece lo correcto.

Tengo un elenco variado de experiencias que he oído. Junto con las pocas que yo mismo he vivido podemos apenas vislumbrar un puñado de esos tipos de relaciones que conforman el inmenso arco iris antes mencionado, pero sirven para ilustrar lo que vengo diciendo. Hay de todo, desde años de noviazgo contenido hasta descargas intrabucales en latitudes septentrionales. Hay quien queda esporádicamente por SMS con el único fin del fin único. Unos embaucan a sus amigos en un viaje de varios miles de kilómetros para rematar la faena, después de largos meses de correspondencia. Otros rompen un noviazgo de años para seguir manteniendo la misma relación pero sin soportar la carga del título. Hay quien ama a su pareja, aún tirándose a otras, mientras los hay que sólo están con su pareja, aunque no la amen, porque es tan duro estar solo… Incluso conocí a varios que simultaneaban relaciones, algunos informando de lo que había y otros sin informar, en la misma ciudad o en diferentes países. Novias que hacían que sus novios las llevasen a casa a media noche y cuando las dejaban se iban de juerga con las amigas. También relaciones del tipo: estuvo bien mientras duró, pero si te he visto no me acuerdo. Ligues de aeropuerto, gimnasio o clase de italiano. Líos con el jefe o la becaria, con tu cuñado o la madre de tu ex…

Y todo me parece tan bien… Se puede mantener cualquier tipo de relación, incluso las deshonestas (término muy ambiguo). Se puede, digo, porque se tienen: a los hechos me remito. Cada uno con su vida, que la monte como quiera dentro de como pueda. Cada cual es mayorcito: si te enteras de qué va el rollo bien, si no, a golpes también se aprende, de hecho es como mejor se aprende.

Por todo lo cual, amigos y amigas que por mí os preocupáis, sabed que me siento agradecido y afortunado por tal hecho, pero no tengáis cuidado, pues que salga dos veces con la misma chica no significa, ni mucho menos, como espero que ahora comprendáis mejor, que seamos pareja hoy, ni que lo podamos ser en un futuro, mas tampoco lo contrario. Tomemos pues las cosas con calma y dejémonos llevar instalados en la ataraxia, que lo que tenga que suceder ocurrirá y sea lo que fuere no pasará nada. Esto se resume en una frase de un buen amigo: “no empecemos a chuparnos aún las pollas”

0 comentarios