Blogia
Nocturnidad y Alevosía

Noviasms

El del SMS es un mundo amplio y complejo. Ya expliqué cómo ha de escribirse correctamente un SMS para concertar una cita con una recién conocida señorita. Otro día contaré como interpretar sus crípticas respuestas, tema más intrincado si cabe. Sin embargo, hay un fenómeno cada vez más extendido y que resulta muy peligroso: las novias de SMS, o noviasms (si es que puedes pronunciarlo). Conozco varias personas que han mantenido, y de hecho mantienen relaciones de este tipo.

El romance comienza así: chico-conoce-chica-y-cambian-móviles. Él envía un SMS (correctamente) y ella responde (crípticamente). Una pregunta clásica que sigue las normas básicas es: “Nos vemos esta semana, ¿qué día prefieres?”. Una posible respuesta encriptada es: “¡Hola! Quedamos cuando quieras, pero esta semana no puedo”. Madre, madre, ya está el lío montado. ¿Es un sí o un no? Como no lo tienes claro, porque es imposible tenerlo, no te queda más remedio que enviar otro mensaje. Mal, si lo haces date por ennoviado. Con tu mejor disposición, esperas unos días y mandas un mensaje táctico, para ver como está el asunto… “Este finde mis amigos me sacan por Castellana. ¿Qué planes tienes?”. Todo muy polite. Ella, en el mejor de los casos responde en poco tiempo. Claro que si te quiere crispar los nervios, porque ya sois novios, tardará un día como poco. “¡Hola! Hasta el último momento no sé que harán mis amigas”. ¿Es esto un sí o un no? Empieza a darte igual, de hecho empiezas a preferir que sea un no. Llamas, harto de todo y no te lo coge. Cuando ya estás convencido de que pasa de ti (esto se nota porque empiezas a rebuscar por tu agenda planes posibles que de antemano sabes que no surgirán, porque las cien veces anteriores tampoco surgieron) te llega un mensaje que te jode la vida: “¡Hola! Estoy aquí en la facul (o curro, depende de su edad), con ganas de irme a casa. ¿Y tú qué tal? Hablamos. Bss”. Entonces llamas al CNI y pides que te pongan con un experto en mensajes cifrados. ¿Qué coño quiere esta tía con ese mensaje? Flipo como un pepino herzegovino. “¿Y tú qué tal?”, dice, y se queda tan ancha. Pues mal hija, mal, estoy fatal. Y “hablamos”, dice, ¿de qué? Si no hemos hablado aún. Si no me dejas.

El proceso puede durar varias semanas, ¡varias semanas!. Tú te arrastras, ella te esquiva. Ella echa el anzuelo y tú te lo comes. Le mandas estratégicos, tácticos, ofensivos, pero ella para todos tiene contramedidas. Después de varias semanas a tres o cuatro mensajes cada una, con los que habéis hablado de lo divino y de lo humano, habéis constatado que vuestras agendas son incompatibles y sabes lo que ha hecho últimamente mejor que su madre, como si lo hubieses hecho con ella, le envías un ultimátum. Y pierdes, claro.

Las preguntas son evidentes: ¿qué coño hemos estado haciendo estas semanas? ¿por qué? ¿para qué? Como siempre, no entiendo nada, cada día menos.

6 comentarios

Prax -

Qué fenómeno...

dececeta -

San, lo de los SMS es sólo la punta de iceberg. Sois tan extrañas. Eso no quita para que no lo seamos nosotros, lo cual no hace sino aunmentar el problema, o la diversión.

San -

¡¡¡¡Exagerados!!!! ni que fueramos tan extrañas =P

JULIO -

HOLA POR FIN EXISTO

Alberto -

Hay que reconocer Kevin que te ha quedado gracioso. Si eso de tener experioencia en estas lides ayuda mucho. Más de uno nos habremos visto reflejados.

Alex -

Cuando te lo curras consigues casi-bordarlo. Mi enhorabuena. Sólo un comentario: ¿Y las semanas que pasas con la incertidumbre del cruce de sms? Es la sal de la vida. Si nos quitan eso tambien, ¿que nos queda?. (Que cada uno interprete lo de "también" como quiera)